4 to. Domingo de Pascua.
Domingo 29 de Abril de 2007
4to. de PASCUA -C
Lecturas: Hechos 13, 14.43-52/ Salmo 99/
Apocalípsis 7, 9.14b-17/Juan 10, 27-30.
"Ego Pastor Bonus... ego cognosco oves meas..."
Este cuarto domingo de pascua, es significativo, pues, celebramos el domingo del buen pastor, en el cual oramos como Iglesia universal por el aumento y perseverancia de la vocaciones. Por otro lado la liturgia nos invita a sentirnos ovejas de un sólo pastor, es decir, es también la invitación a sentirnos parte de la misión universal, esto es: Ser agentes de unidad, para que, a la voz de un único pastor, caminemos confiados en la aurora del tercer milenio (cf. Siervo de Dios Papa Juan Pablo II).
De ello, hoy, la liturgia de la Palabra nos da cuenta, pues las lecturas nos invitan a reconcer la figura del pastor y su respectiva acción de pastorear, como fundamento de la misión de los creyentes, a fin de que el evangelio o la buena noticia se conozca en toda la humanidad, no sólo en un pueblo espécifico, sino en todo el mundo. La lectura de los hechos de los apostóles, nos pone en este escenario, al mostrarnos a Pablo que extiende el mensaje a los paganos, este es el claro impulso que hoy nos lleva a mantener un dialogo ecuménico, tan querido por el papa Benedicto XVI, es la contuación de la obra de Pablo, en nuestros días. Por eso como cristianos de hoy, nuestra mayor tarea es atraer a muchos más, incluso a aquellos, que con nuestro criterios humanos creemos que no son dignos de conocer el amor del pastor.
La segunda lectura del apocalipsis, nos sitúa en la dimensión de la universalidad de los llamados por Dios, es decir, la invitación es a tener presente que la Iglesia, la componemos todas las ovejas del rebaño, por eso debemos esforzarnos en ser verdaderos centinelas y agentes de acogida en neustra Iglesia, nuestra comunidad parroquial, nuestra familia.
El Evangelio de hoy, esta cargado simbilismos, es el buen pastor -Cristo- quien nos comunica vida eterna; pera para ello debemos sentirnos guiados y conducidos por Dios, es en esta línea que al oir al pastor, dejamos todo lo nuestro y nos abrimos a una dinensión eclesial, de pueblo de Dios, en el cual todos nos sentimos acompañados por Dios y donde todos y cada uno de nosotros damos lo mejor en bien de que Dios sea más conocido y más amado, esta también es la invitación del salmo 99, sentirnos pueblo que pertenece a un solo pastor, que ademas es el BUEN PASTOR.
Que al celebarar este domingo la eucaristía, tengamos presente a todos los ministros de la Iglesia, que nos comunican la vidad sagrada, de Jesucristo, orar por ellos, acompañarlos, pedir que sean testimonios vivos de amor y que por sobretodo sean fieles y buenos pastores de las ovejas que el gran pastor les ha confiado. Así sea.
De ello, hoy, la liturgia de la Palabra nos da cuenta, pues las lecturas nos invitan a reconcer la figura del pastor y su respectiva acción de pastorear, como fundamento de la misión de los creyentes, a fin de que el evangelio o la buena noticia se conozca en toda la humanidad, no sólo en un pueblo espécifico, sino en todo el mundo. La lectura de los hechos de los apostóles, nos pone en este escenario, al mostrarnos a Pablo que extiende el mensaje a los paganos, este es el claro impulso que hoy nos lleva a mantener un dialogo ecuménico, tan querido por el papa Benedicto XVI, es la contuación de la obra de Pablo, en nuestros días. Por eso como cristianos de hoy, nuestra mayor tarea es atraer a muchos más, incluso a aquellos, que con nuestro criterios humanos creemos que no son dignos de conocer el amor del pastor.
La segunda lectura del apocalipsis, nos sitúa en la dimensión de la universalidad de los llamados por Dios, es decir, la invitación es a tener presente que la Iglesia, la componemos todas las ovejas del rebaño, por eso debemos esforzarnos en ser verdaderos centinelas y agentes de acogida en neustra Iglesia, nuestra comunidad parroquial, nuestra familia.
El Evangelio de hoy, esta cargado simbilismos, es el buen pastor -Cristo- quien nos comunica vida eterna; pera para ello debemos sentirnos guiados y conducidos por Dios, es en esta línea que al oir al pastor, dejamos todo lo nuestro y nos abrimos a una dinensión eclesial, de pueblo de Dios, en el cual todos nos sentimos acompañados por Dios y donde todos y cada uno de nosotros damos lo mejor en bien de que Dios sea más conocido y más amado, esta también es la invitación del salmo 99, sentirnos pueblo que pertenece a un solo pastor, que ademas es el BUEN PASTOR.
Que al celebarar este domingo la eucaristía, tengamos presente a todos los ministros de la Iglesia, que nos comunican la vidad sagrada, de Jesucristo, orar por ellos, acompañarlos, pedir que sean testimonios vivos de amor y que por sobretodo sean fieles y buenos pastores de las ovejas que el gran pastor les ha confiado. Así sea.
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