JORNADA PJM ZONA - SUR... CHILLÁN 3 DE JULIO 2010

Pastoral Vocacional Mercedarios de Chile

Profesión de Votos Solemnes - Fr. Rodrigo Aguilar Gómez - 10 de Octubre de 2008

sábado, 22 de diciembre de 2007

SALUDO DE NAVIDAD 2007

F E L I Z N A V I D A D Y
P R Ó S P E R O A Ñ O N U E V O 2 0 0 8

"Hoy nos ha nacido un Salvador:
el Mesías, el Señor”.

Queridos amigos y amigas:
Que el Niño de Belén
y su Madre Santísima,
les comuniquen
Paz, Amor, y Unidad,
para todos ustedes
y sus seres queridos.
Feliz Navidad
y un Próspero año Nuevo 2008;
que la felicidad reine en sus hogares y/o Comunidades.



Con afecto
Fr. Rodrigo Aguilar Gómez O. de. M
y Familia.
Melipilla, diciembre de 2007.


viernes, 30 de noviembre de 2007

TIEMPO DE ADVIENTO -A (Año Nuevo Litúrgico)


ADVIENTO, tiempo de alegría y espera.

“La Encarnación: El Eterno entra en el tiempo, el Todo se esconde en la parte...

y Dios asume el rostro del hombre.”

Juan Pablo II

OBJETIVOS:


  • Que podamos disponer nuestro corazón, para la venida próxima de Dios en esta Navidad.
  • Que podamos disponer nuestro corazón, para la venida definitiva de Cristo, en su gloria, el día de la Parusía.
  • Que reflexionemos acerca del acontecimiento de la encarnación, y desprendan las consecuencias que esto tuvo, tiene, y tendrá para nosotros y para toda la creación.
  • Ir Finalizando este mes de María, con un corazón generoso y desprendido, a ejemplo de nuestra Madre Santísima: Puerta del Adviento.

REFLEXIÓN

Los tres acontecimientos centrales que enmarcan la Historia de la Salvación, y que señalan una senda a través de la cual Dios ha manifestado su amor a la creación entera son: La Creación, la Encarnación (Anunciación – Navidad – Epifanía) y la Redención. De estas tres, hay una que realiza el punto de encuentro máximo entre Dios, y su creación, ya que Dios mismo viene a formar parte de su obra, asume la condición humana, sin abandonar la condición divina, y se hace uno de nosotros: La Encarnación. (Filipenses 2, 5 – 11). Gracias a esta Kenosis (abajamiento) de Dios, podemos nosotros pasar a ser participes de esa Vida Divina que Cristo nos trae, tal como nos lo señalara San Irereo: “Dios se hace hijo de hombre, para que el hombre pudiera hacerse hijo de Dios.” De esta manera Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre se encarna en una Joven virgen llamada María, nace en el pesebre de Belén, vive junto a sus padre en Nazareth, y comienza un caminar que tendrá como punto culmen de su misión el anuncio del Reino y la manifestación del amor del Padre para con nosotros, manifestación que se hace plena en la Cruz, signo de la redención, puerta a través de la cual el Hijo encarnado redime a toda la creación.

ADVIENTO: (Morado o Púrpura) Es el tiempo con el cual se comienza el año litúrgico, y parte el cuarto Domingo anterior a la Solemnidad de Navidad. Domingo Que sigue a la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Tiene dos características: es a la vez tiempo de preparación para Navidad, y un tiempo en el cual la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo (Parusía). Es entonces un tiempo de ESPERA, por tanto de piadosa y alegre Esperanza (cfr Lc 1, 76-77; Mc 1, 6-8).


“La Virgen da hoy a luz al Eterno.

Y la tierra una gruta al Inaccesible.

Los ángeles y los pastores le alaban.

Y los magos avanzan con la estrella.

Porque Tú has nacido para nosotros.

Niño pequeño y Dios Eterno”

martes, 16 de octubre de 2007

“Actitudes del penitente, ante el sacramento de la reconciliación” 2da. Parte.

FICHAS SOBRE EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN
N° 2.

A LA LUZ DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA.

El objetivo, es poder conocer y a la vez comentar-reflexionar sobre la importancia de una buena apertura para celebrar la reconciliación con Dios.

Para desarrollar estos aspectos, es decir, como método de trabajo, me basaré en distintos textos, tanto del magisterio de la Iglesia, como manuales de estudios, así como textos de orientación pastoral sobre dicho sacramento, logrando de esta forma poder realizar una buena -espero- reflexión en torno al tema.

  1. Las Actitudes del penitente, a la luz de “Reconciliatio et Paenitentia”*.

En el número 31 de RP (Reconciliatio et Paenitentia)*, se plantean 5 actos o actitudes de cara a lo que debe significar el sacramento de la reconciliación para la vida del cristiano, que lo celebra y lo vive; se enmarcan en el ámbito de las convicciones fundamentales que el papa señala sobre el sacramento y, en el marco de la tercera convicción, que refiere a las Realidades o partes que componen el signo sacramental del perdón y la reconciliación, se señalan lo 5 actos o actitudes: Conciencia del penitente, contrición, acusación del los pecados, absolución y satisfacción.

En está línea quiero apuntar mi reflexión, de cara a la figura del penitente y éstos cinco aspectos o actitudes que deben estar en él, es en definitiva, ver cómo le interpelan en su vida y en su vivencia del sacramento y su válida celebración.

a. Rectitud y la transparencia de la conciencia del penitente: Este primer acto es interesante, pues, invita a un movimiento en el hombre o mujer que se acerca a la reconciliación con Dios; es la convicción de que hay una fragilidad, es el reconocimiento de que yo he pecado, y tener conciencia de ello, es el primer paso en el camino de la reconciliación y la penitencia. En este sentido cobra importancia el examen de conciencia, que es la mirada sincera que uno se hace de cara al arrepentimiento.

b. Contrición, o sea, el rechazo claro al pecado cometido y el no querer volver a cometer: Este segundo acto, tiene un sentido mucho más personal, pues, es la profunda experiencia de sentirse pecador; pero dando un paso más, es valorar la actitud de la Metanoia, ya que al querer hacer el cambio de vida, es evidente que debe tener la certeza de que no quiero volver a caer en aquello mismo que hoy me arrepiento, por eso este paso, es un esfuerzo, que comporta un compromiso real de cambio, no por nada aquí se juega la validez del sacramento, pues, para que sea pleno el signo, debe existir este deseo de no volver a pecar una vez que se ha vuelto a la casa del Padre; es volver a tener la alegría de sentirse salvados por la mano de Dios, que espera que volvamos con un corazón nuevo.

c. La acusación de los pecados: Esta es otra actitud, que siendo externa, pues, se expresa por la palabra pronunciada, es signo de un proceso interior, que da cuenta de una reflexión personal, a la vez que es el sello de lo que la contrición significa, pues, al confesar las faltas, ponemos nuestra vida en las manos de quien ejerce el papel de Juez y Médico de las almas y sólo en la acusación de los pecados se establece la mediación eclesial en la persona del ministro; de esta forma quien se siente arrepentido es capaz de recocer ante Dios y la Iglesia que ha pecado y es ahí mismo donde se pone bajo la mano de Dios.

d. Dios Padre que acoge y perdona a aquél que vuelve: es la Absolución: Aquí radica lo más significativo del sacramento, pues, la vida del penitente, por este acto de la absolución de parte del ministro, debe provocar la actitud del cambio de vida. Es aquí donde recibe el perdón de Dios, producto del itinerario bien seguido de las actitudes anteriores, es aquí donde la misericordia de Dios es plena en la vida del hombre y lo hace nuevo, lo restituye a la comunión con Dios, en definitiva lo dignifica lo hace nuevo. Es el mismo Dios que se ha visto ofendido por el pecado, quien le ofrece el perdón.

e.
La Satisfacción: este es el acto final, que como actitud de vida debe dar sentido a lo antes vivido y celebrado, es lo que se llama la “penitencia”, que no es el pago al modo mercantil por un bien recibido, sino que es el compromiso personal que el penitente perdonado ofrece a Dios como regalo o como fruto de nueva vida; esta satisfacción se debería reflejar en acciones tales como de culto, caridad, misericordia y reparación, es decir, la reconciliación con Dios, no debe quedar en el vacío de un pago por los pecado, sino que debe llenar la vida del hombre haciéndola más plena, más nueva, alegre.


*JUAN PABLO II
, Exhortación Apostólica Post-Sinodal, “Reconcilatio et Paenitentia”, 1984

Por: Fr. RAGO

lunes, 15 de octubre de 2007

“Actitudes del penitente, ante el sacramento de la reconciliación”

FICHAS SOBRE EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN
N° 1.
PRESENTACIÓN

Quisiera abordar la temática, sobre la actitud del penitente, ante el sacramento de la reconciliación, es decir, qué disposición debe poseer, quien se va a acercar a este sacramente de sanación.

El objetivo, es poder conocer y a la vez comentar-reflexionar sobre la importancia de una buena apertura para celebrar la reconciliación con Dios.

Me gustaría poder clarificar el tema de las actitudes de cara a la reconciliación, contrastándolas con aquellos aspectos que pueden confundir el sacramento de la reconciliación.

  1. Reconciliación y vida cristiana.

En esta parte del desarrollo, teniendo presente el tema de las actitudes del penitente, ante al sacramento de la reconciliación, quiero poner un primer aspecto, el cual, dice relación a la experiencia antropológica, es decir, cómo se hace presente: “la vida”, de quien quiere arrepentirse, y cómo esto influye de cara a lo que realizará o vivirá como experiencia en la reconciliación, pues, dicho sacramento, es un acto eclesial, es decir, la Iglesia entera se une a la fe y entrega del penitente que quiere reconciliarse; por tanto la reconciliación en el cristiano, es parte de su vida, hay una identificación con su propia realidad.

Por eso que, al hablar de la actitud del penitente hacia la reconciliación, se hace necesario, poder establecer, que todo ser humano se ordena hacia la libertad, pero ese camino u orientación se ve afectado por el pecado o la tentación, lo cual es una infidelidad a Dios, lo que dificulta el camino hacia la verdadera libertad que conduce a Dios.

Otra aproximación que se puede establecer en este punto, es señalar que la penitencia, se orienta hacia la gracia de Dios, que se derrama en el hombre, de manera especial en aquel hombre caído, pero que se quiere levantar. Por eso que en está línea cobra mucho sentido hablar del perdón como una actitud fundamental o una manifestación de la gracia de Jesús, que no es otra cosa que el infinito amor del Padre, que desea siempre nuestra conversión.

Ahora bien la reconciliación, si la hemos entendido como actitud de vida, no puede quedarse en el momento pasajero del pecado, es decir, no puede quedar estancada en centrarse sólo en el pecado cometido y la satisfacción recibida, sino que, debe manifestar una experiencia de la gracia de Dios en la vida de aquel que ha dado el paso, que como el hijo pródigo de volver a la casa paterna, es decir, la actitud del arrepentimiento, tiene que dar razón de aquel que lo desea o lo busca, y ese buscar debe comprometer a todo el hombre y llevarlo al cambio de vida.

Es por eso que mi preocupación para realizar este trabajo, ha sido centrarme en este tema, pues, veo que si he dicho que la vida no se puede separar de la experiencia cristiana, tampoco la experiencia de la reconciliación, puede separarse de la vida del hombre, pues va unida y es necesaria.

Finalmente, las características que uno pueda recoger sobre el tema, nunca van a dar cuenta total de lo que cada experiencia personal significa, sólo nos podrán dar indicios u orientaciones de cara a una mayor cercanía con el sacramento, ya que, al hablar de actitudes, lo más importante será no quedarse en la mera casuística, de cumplir lo que se manda de una manera mecánica, sino más bien, teniendo presente que debe apuntar hacia una verdadera conversión, que brota solamente del interior del corazón humano.

De esta manera la vida del hombre que quiere levantarse, se ve enriquecida con el compromiso hacia la construcción del Reino de los Cielos; sólo en esta perspectiva el reconocimiento de la culpa, nos trae como añadido que: quien se reconoce pecador, también es capaz de reconocer lo conflictos externos-sociales que lo vinculan en la experiencia del pecado.

Por eso que, a mi modo de ver, es tan importante dar este primer paso, ya que, con la base o más bien el intento de poner o señalar una base antropológica, se hace más fácil querer entrar en las mismas actitudes que, el papa Juan Pablo II, nos dejó en “Reconciliatio et Paenitentia”.


lunes, 24 de septiembre de 2007

Solemnidad de Nuestra Señora de la Merced 2007


Antífona de Entrada.

Alegrémonos en el Señor,

al celebrar esta solemnidad en honor de la Virgen Maria:

como nosotros se alegran los Ángeles

y alaban a una al hijo de Dios.

Oración Colecta.

Oremos

Oh Dios omnipotente y misericordioso,

que has suscitado,

bajo el patrocinio de la Madre de tu Hijo,

una familia de religiosos

imitadores de la caridad de Cristo

hasta la entrega de si mismos

para liberar a los fieles cautivos;

has que, guiados por María, inspiradora de esta obra,

dediquen su vida

a promover la verdadera libertad de los hombres.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo

y es Dios por los siglos de los siglos.

Todos:

Amén

Oración Sobre las ofrendas.


Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo

que celebra el memorial de la inmensa caridad de Cristo,

y confírmanos en el amor a ti y al prójimo,

por intercesión de la gloriosa Virgen María.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos:

Amén

Prefacio

María, Madre de Cristo y Madre nuestra.

V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.


V
. Levantemos el corazón.

R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.


V
. Demos gracias al Señor nuestro Dios.

R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,

es nuestro deber y salvación,

darte gracias siempre y en todo lugar,

Señor, Padre Santo,

Dios todopoderoso y eterno.

Por un admirable y providente designio de tu amor,

uniste la gloriosa Virgen María a Cristo tu Hijo

en la obra de la salvación humana,

con tan estrecho vínculo,

que fue Madre suya amantísima en su humilde nacimiento,

Asociada a su pasión junto a la cruz,

y es ahora, elevada a la gloria celeste,

Abogada nuestra

y Dispensadora de los tesoros de la redención.

Ella cuida siempre con afecto materno

a los hermanos de su Hijo que se hallan en peligros y ansiedad,

para que, rotas las cadenas de toda opresión,

alcancen la libertad del cuerpo y del espíritu.

Por eso, con los ángeles y todos los santos,

al celebrar el memorial de la redención y del amor de tu Hijo,

te alabamos en su nombre

y cantamos sin cesar:

Santo, Santo, Santo.

Antífona de Comunión.

Dijo la Madre de Jesús a los sirvientes:

Haced lo que el diga.

Oración después de la comunión.

Oremos.


Recibido el sacramento de la redención y de la vida,

te pedimos, Señor,

por intercesión de la Virgen María de la Merced,

nuestra Madre amantísima y celestial Patrona,

que nos concedas cooperar a la salvación de los hombres

para ser admitidos con ellos en la gloria de tu Reino.

Por Jesucristo nuestro Señor.


Bendición solemne.

El Señor esté con ustedes.

Todos:

Y con tu espíritu.

Dios, Padre misericordioso,

que en la oblación de Cristo, su hijo,

ha dado el modelo supremo del amor,

infunda en sus corazones la caridad del Espíritu Santo.

Ʀ. Amén.

Por intercesión de la Virgen Maria de la Merced,

cuya solemnidad han celebrado,

les conceda seguir más de cerca de Cristo

e imitarlo con mayor fidelidad.

Ʀ. Amén.

Y, asociados con Maria a la pasión de Cristo,

tengan el gozo de comunicar a todos los hombres

los inagotables tesoros de la redención.

Ʀ. Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso,

Padre +, Hijo + y Espíritu + Santo,

descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.

Ʀ. Amén.



lunes, 13 de agosto de 2007

MENSAJE DEL CURSO DE PREPARACIÓN A LOS VOTOS SOLEMNES - MÉXICO 2007

ORDEN DE LA MERCED

Curso de Preparación a los Votos Solemnes
Cuernavaca, Morelos, México 2007


A todos los hermanos de la Orden: un saludo en Cristo nuestro Señor y nuestra Madre santísima de la Merced.

Los participantes en el curso de preparación a los votos solemnes: Juan Armando, Rodrigo (Chile); Bengui, Alexandre (Angola); Alberto, Raúl y Marcos (México); Naith (Venezuela); Marcio (Brasil), queremos hacerles llegar nuestra alegría de estar en esta Orden de Redentores, ya que, aunque somos de distintas culturas nos sentimos como una sola familia mercedaria.

Las reflexiones que hemos recibido por parte de nuestros ponentes: PP. Santos López (Consejero General), Martín Atenco (Prov. México), Carlos Muñóz (Prov. Chile), Richard Pomeri (Prov. Chile) y Joaquín Millán (Prov. Aragón), nos han hecho profundizar y clarificar nuestra responsabilidad como religiosos; y nos han animado para asumir el reto de nuestro SÍ definitivo al Señor, en esta bendita Orden. El compartir nuestras experiencias desde la cultura y sobretodo las vivencias de nuestros hermanos mayores, nos han llenado de alegría, y nos han alentado a caminar con paso firme hacia el Señor Jesús y nuestra Madre de la Merced.

Hemos compartido diversos momentos comunitarios junto a los hermanos de esta provincia: la belleza de su cultura, su fe en nuestra Señora de Guadalupe, su fraternidad de cada comunidad local; y el unirnos en la alegría de la renovación de los hermanos, Raúl, Marcos y Alberto, junto con la profesión religiosa de los novicios en Puebla, todo esto nos han fortalecido aun más en nuestra consagración definitiva.

Deseamos que este curso del cual hemos recibido muchos dones, otros hermanos en el futuro puedan vivirlo con la misma alegría que nosotros; para que siga siendo una oportunidad de unión como una verdadera familia religiosa.

Agradecemos el esfuerzo e interés del gobierno de la Orden, expresado en el alentador saludo del Padre General Giovannino Tolu, a quien saludamos respetuosamente; así como también la disposición de los provinciales y vicarios que facilitaron este curso.

De forma especial queremos agradecer a los padres: Alfredo Quintero, provincial de México y al Padre Santos López, consejero General, secretario de vocaciones, formación y estudios, quienes con su amistad y alegría nos han llenado de su espíritu y de su testimonio, en cada una de las actividades del curso.

Con este entusiasmo y compromiso, queremos anunciarles esta buena nueva que ha acontecido en la provincia mercedaria de México, agradeciendo a todos ustedes su apoyo y oración. Nos despedimos con un abrazo fraterno deseando que nuestra Madre Santísima de la Merced nos lleve de su mano a su Hijo Jesús, y que nuestro padre San Pedro Nolasco interceda por nosotros para entregarnos en una total consagración a nuestros hermanos los cautivos.

Con afecto fraterno.

Fr. Juan Armando Sánchez Díaz, Provincia de Chile.

Fr. Rodrigo Aguilar Gómez, Provincia de Chile.

Fr. Begui Miranda Mucage, Provincia de Chile - Delegación de Angola.

Fr. Alexandre Mateus Alexandre, Provincia de Chile - Delegación de Angola.

Fr. Raúl López Bustamante, Provincia de México.

Fr. José M. Saavedra Delgado, Provincia de México.

Fr. Alberto Robles Portugal, Provincia de México.

Fr. Naith Godoy Marcano, Vicaria de Venezuela.

Fr. Marcio D. Pontes Alves, Provincia de Brasil.

Cuernavaca, Morelos, 4 de Agosto de 2007.

MISA EN LA BASÍLICA DE GUADALUPE 1 DE AGOSTO DE 2007

CASA DE CUERNAVACA – SEDE DEL CURSO DE VOTOS SOLEMENES

viernes, 10 de agosto de 2007

19° Tiempo Ordinario - C

XIX Domingo del Tiempo Ordinario -C
Verde
Lecturas:
Sabiduria 18,
6-9/
Salmo 32
. "Dichoso el prueblo escogido por Dios"/
Hebreos 11, 1-2. 8-19/
Lucas 12, 23-48.

viernes, 13 de julio de 2007

MOTU PROPRIO “SUMMORUM PONTIFICUM”

Publicamos a continuación la traducción en castellano, no oficial, de la Carta Apostólica “Motu Proprio data”, “Summorum Pontificum” de Benedicto XVI, sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970.

Texto en Latín del Motu Proprio: Pincha aquí

El texto original está escrito en latín.

Los sumos pontífices hasta nuestros días se preocuparon constantemente porque la Iglesia de Cristo ofreciese a la Divina Majestad un culto digno de “alabanza y gloria de Su nombre” y “del bien de toda su Santa Iglesia”.
“Desde tiempo inmemorable, como también para el futuro, es necesario mantener el principio según el cual, “cada Iglesia particular debe concordar con la Iglesia universal, no solo en cuanto a la doctrina de la fe y a los signos sacramentales, sino también respecto a los usos universalmente aceptados de la ininterrumpida tradición apostólica, que deben observarse no solo para evitar errores, sino también para transmitir la integridad de la fe, para que la ley de la oración de la Iglesia corresponda a su ley de fe”. (1)

“Entre los pontífices que tuvieron esa preocupación resalta el nombre de San Gregorio Magno, que hizo todo lo posible para que a los nuevos pueblos de Europa se transmitiera tanto la fe católica como los tesoros del culto y de la cultura acumulados por los romanos en los siglos precedentes. Ordenó que fuera definida y conservada la forma de la sagrada Liturgia, relativa tanto al Sacrificio de la Misa como al Oficio Divino, en el modo en que se celebraba en la Urbe. Promovió con la máxima atención la difusión de los monjes y monjas que, actuando según la regla de San Benito, siempre junto al anuncio del Evangelio ejemplificaron con su vida la saludable máxima de la Regla: “Nada se anticipe a la obra de Dios” (cap. 43). De esa forma la Sagrada Liturgia, celebrada según el uso romano, enriqueció no solamente la fe y la piedad, sino también la cultura de muchas poblaciones. Consta efectivamente que la liturgia latina de la Iglesia en sus varias formas, en todos los siglos de la era cristiana, ha impulsado en la vida espiritual a numerosos santos y ha reforzado a tantos pueblos en la virtud de la religión y ha fecundado su piedad”.

“Muchos otros pontífices romanos, en el transcurso de los siglos, mostraron particular solicitud porque la sacra Liturgia manifestase de la forma más eficaz esta tarea: entre ellos destaca San Pío V, que sostenido de gran celo pastoral, tras la exhortación de Concilio de Trento, renovó todo el culto de la Iglesia, revisó la edición de los libros litúrgicos enmendados y “renovados según la norma de los Padres” y los dio en uso a la Iglesia Latina”.

”Entre los libros litúrgicos del Rito romano resalta el Misal Romano, que se desarrolló en la ciudad de Roma, y que, poco a poco, con el transcurso de los siglos, tomó formas que tienen gran semejanza con las vigentes en tiempos más recientes”.
”Fue éste el objetivo que persiguieron los Pontífices Romanos en el curso de los siguientes siglos, asegurando la actualización o definiendo los ritos y libros litúrgicos, y después, al inicio de este siglo, emprendiendo una reforma general” (2). Así actuaron nuestros predecesores Clemente VIII, Urbano VIII, san Pío X (3), Benedicto XV, Pío XII y el beato Juan XXIII.

”En tiempos recientes, el Concilio Vaticano II expresó el deseo que la debida y respetuosa reverencia respecto al culto divino, se renovase de nuevo y se adaptase a las necesidades de nuestra época. Movido de este deseo, nuestro predecesor, el Sumo Pontífice Pablo VI, aprobó en 1970 para la Iglesia latina los libros litúrgicos reformados, y en parte, renovados. Éstos, traducidos a las diversas lenguas del mundo, fueron acogidos de buen grado por los obispos, sacerdotes y fieles. Juan Pablo II revisó la tercera edición típica del Misal Romano. Así los Pontífices Romanos han actuado “para que esta especie de edificio litúrgico (…) apareciese nuevamente esplendoroso por dignidad y armonía” (4).

”En algunas regiones, sin embargo, no pocos fieles adhirieron y siguen adhiriendo con mucho amor y afecto a las anteriores formas litúrgicas, que habían embebido tan profundamente su cultura y su espíritu, que el Sumo Pontífice Juan Pablo II, movido por la preocupación pastoral respecto a estos fieles, en el año 1984, con el indulto especial “Quattuor abhinc annos”, emitido por la Congregación para el Culto Divino, concedió la facultad de usar el Misal Romano editado por el beato Juan XXIII en el año 1962; más tarde, en el año 1988, con la Carta Apostólica “Ecclesia Dei”, dada en forma de Motu proprio, Juan Pablo II exhortó a los obispos a utilizar amplia y generosamente esta facultad a favor de todos los fieles que lo solicitasen” ”Después de la consideración por parte de nuestro predecesor Juan Pablo II de las insistentes peticiones de estos fieles, después de haber escuchado a los Padres Cardenales en el consistorio del 22 de marzo de 2006, tras haber reflexionado profundamente sobre cada uno de los aspectos de la cuestión, invocado al Espíritu Santo y contando con la ayuda de Dios, con las presentes Cartas Apostólicas establecemos lo siguiente:

Art. 1.- El Misal Romano promulgado por Pablo VI es la expresión ordinaria de la “Lex orandi” (”Ley de la oración”), de la Iglesia católica de rito latino. No obstante el Misal Romano promulgado por San Pío V y nuevamente por el beato Juan XXIII debe considerarse como expresión extraordinaria de la misma “Lex orandi” y gozar del respeto debido por su uso venerable y antiguo. Estas dos expresiones de la “Lex orandi” de la Iglesia no llevarán de forma alguna a una división de la “Lex credendi” (”Ley de la fe”) de la Iglesia; son, de hecho, dos usos del único rito romano.

Por eso es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que no se ha abrogado nunca, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia. Las condiciones para el uso de este misal establecidas en los documentos anteriores “Quattuor abhinc annis” y “Ecclesia Dei”, se sustituirán como se establece a continuación:
Art. 2.- En las Misas celebradas sin el pueblo, todo sacerdote católico de rito latino, tanto secular como religioso, puede utilizar sea el Misal Romano editado por el beato Papa Juan XXIII en 1962 que el Misal Romano promulgado por el Papa Pablo VI en 1970, en cualquier día, exceptuado el Triduo Sacro. Para dicha celebración siguiendo uno u otro misal, el sacerdote no necesita ningún permiso, ni de la Sede Apostólica ni de su Ordinario.

Art. 3.- Las comunidades de los institutos de vida consagrada y de las Sociedades de vida apostólica, de derecho tanto pontificio como diocesano, que deseen celebrar la Santa Misa según la edición del Misal Romano promulgado en 1962 en la celebración conventual o “comunitaria” en sus oratorios propios, pueden hacerlo. Si una sola comunidad o un entero Instituto o Sociedad quiere llevar a cabo dichas celebraciones a menudo o habitualmente o permanentemente, la decisión compete a los Superiores mayores según las normas del derecho y según las reglas y los estatutos particulares.

Art 4.- A la celebración de la Santa Misa, a la que se refiere el artículo 2, también pueden ser admitidos -observadas las normas del derecho- los fieles que lo pidan voluntariamente.

Art.5. §1.- En las parroquias, donde haya un grupo estable de fieles adherentes a la precedente tradición litúrgica, el párroco acogerá de buen grado su petición de celebrar la Santa Misa según el rito del Misal Romano editado en 1962. Debe procurar que el bien de estos fieles se armonice con la atención pastoral ordinaria de la parroquia, bajo la guía del obispo como establece el can. 392 evitando la discordia y favoreciendo la unidad de toda la Iglesia.
§ 2.-La celebración según el Misal del beato Juan XXIII puede tener lugar en día ferial; los domingos y las festividades puede haber también una celebración de ese tipo.

§ 3.- El párroco permita también a los fieles y sacerdotes que lo soliciten la celebración en esta forma extraordinaria en circunstancias particulares, como matrimonios, exequias o celebraciones ocasionales, como por ejemplo las peregrinaciones.
§ 4.- Los sacerdotes que utilicen el Misal del beato Juan XXIII deben ser idóneos y no tener ningún impedimento jurídico.

§ 5.- En las iglesias que no son parroquiales ni conventuales, es competencia del Rector conceder la licencia más arriba citada.

Art.6. En las misas celebradas con el pueblo según el Misal del Beato Juan XXIII, las lecturas pueden ser proclamadas también en la lengua vernácula, usando ediciones reconocidas por la Sede Apostólica.

Art.7. Si un grupo de fieles laicos, como los citados en el art. 5, §1, no ha obtenido satisfacción a sus peticiones por parte del párroco, informe al obispo diocesano. Se invita vivamente al obispo a satisfacer su deseo. Si no puede proveer a esta celebración, el asunto se remita a la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”.
Art. 8. El obispo, que desea responder a estas peticiones de los fieles laicos, pero que por diferentes causas no puede hacerlo, puede indicarlo a la Comisión “Ecclesia Dei” para que le aconseje y le ayude.

Art. 9. §1. El párroco, tras haber considerado todo atentamente, puede conceder la licencia para usar el ritual precedente en la administración de los sacramentos del Bautismo, del Matrimonio, de la Penitencia y de la Unción de Enfermos, si lo requiere el bien de las almas.

§2. A los ordinarios se concede la facultad de celebrar el sacramento de la Confirmación usando el precedente Pontifical Romano, siempre que lo requiera el bien de las almas.

§3. A los clérigos constituidos “in sacris” es lícito usar el Breviario Romano promulgado por el Beato Juan XXIII en 1962.

Art. 10. El ordinario del lugar, si lo considera oportuno, puede erigir una parroquia personal según la norma del canon 518 para las celebraciones con la forma antigua del rito romano, o nombrar un capellán, observadas las normas del derecho.

Art. 11. La Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, erigida por Juan Pablo II en 1988, sigue ejercitando su misión.

Esta Comisión debe tener la forma, y cumplir las tareas y las normas que el Romano Pontífice quiera atribuirle.

Art. 12. La misma Comisión, además de las facultades de las que ya goza, ejercitará la autoridad de la Santa Sede vigilando sobre la observancia y aplicación de estas disposiciones.

Todo cuanto hemos establecido con estas Cartas Apostólicas en forma de Motu Proprio, ordenamos que se considere “establecido y decretado” y que se observe desde el 14 de septiembre de este año, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, pese a lo que pueda haber en contrario.

Dado en Roma, en San Pedro, el 7 de julio de 2007, tercer año de mi Pontificado.

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NOTAS
(1) Ordinamento generale del Messale Romano 3ª ed. 2002, n.937
(2) JUAN PABLO II, Lett. ap. Vicesimus quintus annus, 4 dicembre 1988, 3: AAS 81 (1989), 899
(3) Ibid. JUAN PABLO II, Lett. ap. Vicesimus quintus annus, 4 dicembre 1988, 3: AAS 81 (1989), 899
(4) S. Pio X, Lett. ap. Motu propio data, Abhinc duos annos, 23 ottobre 1913: AAS 5 (1913), 449-450; cfr JUAN PABLO II lett. ap.
Vicesimus quintus annus, n. 3: AAS 81 (1989), 899
(5) Cfr Ioannes Paulus II, Lett. ap.
Motu proprio data Ecclesia Dei, 2 luglio 1988, 6: AAS 80 (1988), 1498
BXVI-MP/…/SUMMORUM PONTIFICUM VIS 070707 (1930)

jueves, 12 de julio de 2007

15° Domingo, 15 de julio de 2007

XV Domingo del Tiempo Ordinario -C
Verde
Lecturas:
Deuteronomio 30, 9-14
/
Salmo 68
. "Busquen al Señor, y vivirán"/
Colosenses 1, 15-20/
Lucas 10, 25-37.

Ver Homilia y lecturas: Pincha aquí

jueves, 5 de julio de 2007

14° Domingo - C -08 de julio de 2007


XIV Domingo del Tiempo Ordinario -C
Verde
Lecturas:
Isaías 66, 10-14
/
Salmo 65
. "¡Aclame al Señor toda la tierra!"/
Gálatas 6, 14-18/
Lucas 10, 1-12.17-20.

domingo, 1 de julio de 2007

Estudiantes Mercedarios en la WEB

¡¡¡¡VISITEN
LA NUEVA PAGINA DE NUESTRO
ESTUDIANTADO MERCEDARIO CHILENO!!!

www.estudiantadomercedario.cl

Por fin nuestra casa de formación se abre al mundo a través de internet, espero nos puedan conocer aun más.
Atte. Fr. Rago O. de. M

martes, 26 de junio de 2007

Domingo XIII Tiempo Ordenario - C. *1 julio 2007*


XIII Domingo del Tiempo Ordinario
Verde
Lecturas:
1Reyes 19, 16b. 19-21
/
Salmo 15
. "Señor, Tú eres la parte de mi herencia"/
Gálatas 5, 1. 13-18/
Lucas 9, 51-62.

jueves, 21 de junio de 2007

San Juan Bautista


Nacimiento de San Juan Bautista
Solemnidad
(Especial en domingo, por ser el precursor del Señor)
Lecturas:
Isaías 49, 1-6
/
Salmo 138
. "Te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable"/
Hechos 13, 22-26/
Lucas 1, 57-66. 80.

jueves, 14 de junio de 2007

XI Domingo Tiempo Ordinario - C
(en preparación)
Lecturas: 2Samuel 12, 7-10.13/
Salmo 31
. "Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado"/
Gálatas 2, 16.19-21/
Lucas 7, 36--8, 3.


proyecto Angola

Estudiantado Mercedario "Arzobispo Valenzuela" Chile / Semana Vocacional 2008

Canto de la Salve -1era. misa de Fr. Ramón

Recibí los ministerios de Lector y Acolito; acompañado de la cdad local y mis hnos.

Visita de Fray Richard al Centro de Orientación Femenina de Gendarmería de Chile

MISIONES "LA VINILLA" 2008: fotos de las misiones, fueron días donde encontramos a Dios.

Buena Nueva... palabra viva y eficaz