Reflexión 4to.Domingo de Cuaresma (Laetare)
REFLEXIÓN 4to. DOMINGO DE CUARESMA - C (Laetare). 18 -Marzo - 2007
Josué 4, 19; 5, 10-12
Salmo 33
2da. Corintios 5, 17-21
Lucas 15, 1-3. 11-32
Por: Fr. Rodrigo Aguilar Gómez O. de. M
Hoy celebramos el cuarto domingo de Cuaresma, ya hemos recorrido gran parte de este hermoso y significativo tiempo y, en este día, la liturgia nos invita a vivir la Alegría (Laetare), esa es la primera palabra que la antífona de entrada nos ha destacado, y que da sentido a esta celebración. El que sea de la Alegría, tiene relación a que antiguamente, hoy era un día especial, donde menguaban un poco las intensas penitencias, es decir, había una especie de oasis “festivo”. Esto, en la actualidad, lo podemos analogar a la experiencia de la Alegría -a modo de balance- que produce o ha ido produciendo una buena conversión, o por lo menos los pasos significativos que hemos dado en este aspecto.
Y la liturgia de la Palabra que hemos escuchado, también nos ilumina en esta línea; ya en la primera lectura (Jos 4, 19; 5, 10-12), podemos percatarnos de la profunda Alegría que experimenta el pueblo escogido, de entrar en la tierra prometida, y celebrar la Pascua, es decir, ese pueblo que ha sido infiel, que le ha fallado a Dios en el camino por el desierto, finalmente llega a la tierra -a poseerla en herencia-. Esto refleja la misericordia y el amor gratuito de Dios y cómo Dios no olvidó la promesa o la alianza pactada. En esta misma perspectiva, se nos presenta el Evangelio de hoy (Lc 15, 1-3. 11-32), con las figuras del Padre misericordioso y del hijo que se convierte de su mal camino; pero, centrémonos en la figura del hijo, y esto nos servirá a cada uno de nosotros, pues, el hijo que regresa, es imagen de esa constante relación que nosotros tenemos con Dios: de Pecado e Infidelidad y de Amor y Perdón, mediada por la conversión. El hijo experimenta esa sensación de pecado cuando está fuera del padre, siente que le ha sido infiel, pero, en medio de ello está la actitud del cambio de vida, que es la Conversión, el darle otro sentido a su mala conducta y volver a lo que él había perdido, que era la comunión con el padre; y regresa donde su padre. El hijo pródigo al volver encuentra lo que Dios en definitiva, nos entrega a nosotros también, que no es otra cosa que la infinita misericordia que nos tiene, y que se refleja en el Evangelio con el gesto de salir al encuentro del hijo, y por otro lado el perdón, que es el gran amor de Dios volcado hacia el hombre arrepentido. Así mismo, la segunda lectura (2Cor 5, 17-21) nos da claridad al entender que este amor-perdón de Dios, se ha logrado, ya que Cristo nos ha reconciliado con el Padre, y por eso nosotros estamos llamados a ser nuevas criaturas por el camino de la conversión hacía Cristo.
Finalmente que nuestro cambio de vida, no sea sólo exterior, sino que sea de verdad reflejo de nuestro interior, de lo contrario nos quedaríamos en lo externo, que si no viene del corazón es vacío.
Que la eucaristía que celebramos, sea signo de nuestro querer convertirnos día a día de todo aquello que nos aparta de Dios y nos aleja de la comunión con él; y que nosotros, volviendo al Padre, lo sintamos mucho más cerca nuestro, pues, nos espera con los brazos abiertos. Es la experiencia que vivimos en el sacramento de la reconciliación, donde sentimos la misericordia de Dios en nuestras vidas. Al Señor que nos invita a la conversión, sea todo el honor y la honra por los siglos de los siglos. Amén
Y la liturgia de la Palabra que hemos escuchado, también nos ilumina en esta línea; ya en la primera lectura (Jos 4, 19; 5, 10-12), podemos percatarnos de la profunda Alegría que experimenta el pueblo escogido, de entrar en la tierra prometida, y celebrar la Pascua, es decir, ese pueblo que ha sido infiel, que le ha fallado a Dios en el camino por el desierto, finalmente llega a la tierra -a poseerla en herencia-. Esto refleja la misericordia y el amor gratuito de Dios y cómo Dios no olvidó la promesa o la alianza pactada. En esta misma perspectiva, se nos presenta el Evangelio de hoy (Lc 15, 1-3. 11-32), con las figuras del Padre misericordioso y del hijo que se convierte de su mal camino; pero, centrémonos en la figura del hijo, y esto nos servirá a cada uno de nosotros, pues, el hijo que regresa, es imagen de esa constante relación que nosotros tenemos con Dios: de Pecado e Infidelidad y de Amor y Perdón, mediada por la conversión. El hijo experimenta esa sensación de pecado cuando está fuera del padre, siente que le ha sido infiel, pero, en medio de ello está la actitud del cambio de vida, que es la Conversión, el darle otro sentido a su mala conducta y volver a lo que él había perdido, que era la comunión con el padre; y regresa donde su padre. El hijo pródigo al volver encuentra lo que Dios en definitiva, nos entrega a nosotros también, que no es otra cosa que la infinita misericordia que nos tiene, y que se refleja en el Evangelio con el gesto de salir al encuentro del hijo, y por otro lado el perdón, que es el gran amor de Dios volcado hacia el hombre arrepentido. Así mismo, la segunda lectura (2Cor 5, 17-21) nos da claridad al entender que este amor-perdón de Dios, se ha logrado, ya que Cristo nos ha reconciliado con el Padre, y por eso nosotros estamos llamados a ser nuevas criaturas por el camino de la conversión hacía Cristo.
Finalmente que nuestro cambio de vida, no sea sólo exterior, sino que sea de verdad reflejo de nuestro interior, de lo contrario nos quedaríamos en lo externo, que si no viene del corazón es vacío.
Que la eucaristía que celebramos, sea signo de nuestro querer convertirnos día a día de todo aquello que nos aparta de Dios y nos aleja de la comunión con él; y que nosotros, volviendo al Padre, lo sintamos mucho más cerca nuestro, pues, nos espera con los brazos abiertos. Es la experiencia que vivimos en el sacramento de la reconciliación, donde sentimos la misericordia de Dios en nuestras vidas. Al Señor que nos invita a la conversión, sea todo el honor y la honra por los siglos de los siglos. Amén
1 comentario:
Bien rodrigo cada día estamos mejorando mas nuestros blogs.... respecto a la música solo puse en Google Música para mi blog.... y aparecieron varias paginas en la cual encontré esta radio On Line....
No recuerdo la pagina exacta sigue buscando......
Fr. Mario
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