TIEMPO DE ADVIENTO -A (Año Nuevo Litúrgico)
ADVIENTO, tiempo de alegría y espera.
“La Encarnación: El Eterno entra en el tiempo, el Todo se esconde en la parte...
y Dios asume el rostro del hombre.”
Juan Pablo II
OBJETIVOS:
- Que podamos disponer nuestro corazón, para la venida próxima de Dios en esta Navidad.
- Que podamos disponer nuestro corazón, para la venida definitiva de Cristo, en su gloria, el día de la Parusía.
- Que reflexionemos acerca del acontecimiento de la encarnación, y desprendan las consecuencias que esto tuvo, tiene, y tendrá para nosotros y para toda la creación.
- Ir Finalizando este mes de María, con un corazón generoso y desprendido, a ejemplo de nuestra Madre Santísima: Puerta del Adviento.
REFLEXIÓN
Los tres acontecimientos centrales que enmarcan la Historia de la Salvación, y que señalan una senda a través de la cual Dios ha manifestado su amor a la creación entera son: La Creación, la Encarnación (Anunciación – Navidad – Epifanía) y la Redención. De estas tres, hay una que realiza el punto de encuentro máximo entre Dios, y su creación, ya que Dios mismo viene a formar parte de su obra, asume la condición humana, sin abandonar la condición divina, y se hace uno de nosotros: La Encarnación. (Filipenses 2, 5 – 11). Gracias a esta Kenosis (abajamiento) de Dios, podemos nosotros pasar a ser participes de esa Vida Divina que Cristo nos trae, tal como nos lo señalara San Irereo: “Dios se hace hijo de hombre, para que el hombre pudiera hacerse hijo de Dios.” De esta manera Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre se encarna en una Joven virgen llamada María, nace en el pesebre de Belén, vive junto a sus padre en Nazareth, y comienza un caminar que tendrá como punto culmen de su misión el anuncio del Reino y la manifestación del amor del Padre para con nosotros, manifestación que se hace plena en la Cruz, signo de la redención, puerta a través de la cual el Hijo encarnado redime a toda la creación.
ADVIENTO: (Morado o Púrpura) Es el tiempo con el cual se comienza el año litúrgico, y parte el cuarto Domingo anterior a la Solemnidad de Navidad. Domingo Que sigue a la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Tiene dos características: es a la vez tiempo de preparación para Navidad, y un tiempo en el cual la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo (Parusía). Es entonces un tiempo de ESPERA, por tanto de piadosa y alegre Esperanza (cfr Lc 1, 76-77; Mc 1, 6-8).
“La Virgen da hoy a luz al Eterno.
Y la tierra una gruta al Inaccesible.
Los ángeles y los pastores le alaban.
Y los magos avanzan con la estrella.
Porque Tú has nacido para nosotros.
Niño pequeño y Dios Eterno”